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Sigue la violencia fascista en Bolivia: ¡solidaridad ante el golpe!
17 de Noviembre de 2019

Desde que el pasado domingo se consumase el golpe de estado contra el Presidente Evo Morales, orquestado por Estados Unidos, llevado a cabo por la OEA, actuando como Ministerio de las Colonias norteamericano y ejecutado por la policía, ejército y oligarquía boliviana, la represión contra militantes del MAS, contra aquellos que se oponen al golpe, en especial contra el movimiento indígena y campesino y contra periodistas de medios nacionales e internacionales, ha sido brutal.

Son ya al menos 24 personas asesinadas, 490 heridas y 775 detenidas, entre ellas Yoandra Muro Valle, jefa de la Misión Médica de Cuba en Bolivia, liberada a última hora de ayer. La represión llevada a cabo por la dictadura implantada desde el domingo se centra, sobre todo, en zonas campesinas como El Alto y Cochabamba, donde esta noche ha sido especialmente trágica con cinco asesinados, a los que hay que sumar dos fallecidos más esta mañana, fruto de las heridas provocadas en el ataque de esta noche.

La violencia fascista comenzó tras la victoria electoral del Presidente Morales. La quema de viviendas contra líderes del MAS y ataques a sus dirigentes, como el vivido el martes a las puertas de al Asamblea Legislativa contra Adriana Salvatierra, titular de la Cámara alta y quien debería asumir la Presidencia del país según la Constitución Política del Estado, han sido una constante, hasta el punto de que el Presidente Morales y el Vicepresidente Linera, tuvieron que exiliarse, momentáneamente, a México, tras las amenazas contra su vida por parte del ejército y la policía federal, alentadas por los golpistas Mesa y Camacho.

La usurpación del poder se consumó cuando la golpista Añez se autoproclamó Presidenta del país en una Asamblea sin quórum.

Los ataques a la simbología índigena y campesina como la quema de la Whipala, bandera cooficial de Bolivia y que representa la plurinacionalidad y diversidad del Estado, dejan claro el carácter racista y colonial del golpe y los golpistas.

Toda esta barbarie se produce ante el silencio cómplice de los organismos internacionales y ante afirmaciones como las de Federica Mogherini, jefa de la diplomacia europea, quien el pasado miércoles defendió la autoproclamación de la usurpadora Añez, evidencian la connivencia de la Unión Europea con el golpe.

Por todo ello el Partido Comunista de España condena de manera enérgica la persecución, violencia fascista y asesinatos que están llevando a cabo los golpistas contra líderes y militantes del MAS y contra el movimiento indígena y campesino.

El PCE condena el silencio cómplice de la comunidad internacional y exige que la UE y sus Estados miembros no reconozcan a la usurpadora y golpista Añez.

El PCE exige el fin de los ataques y la inmediata convocatoria de elecciones libres que garanticen la presencia del Movimiento al Socialismo y del Presidente Morales como candidato.

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